DE CANNES A VENECIA Y MONTEVIDEO
El festival MONFIC, que Movie presentará entre el 10 y el 16 de octubre, alcanza uno de los puntos más altos de su historia. Opta por subrayar la calidad antes que la cantidad de películas y abre una diversidad de perspectivas muy generosa, a través de cuatro ciclos que hacen foco en el Río de la Plata, en Europa, en lo internacional y en lo ambiental/social.
En la selección sobresalen a primera vista los grandes premios del último año en Cannes (Anora, de Sean Baker, fue Palma de Oro, y Zoe Saldana y Selena Gómez encabezaron el elenco consagrado como mejores actrices por Emilia Pérez, de Jacques Audiard) y Venecia (la recién premiada y muy celebrada La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar). La primera es una tragicomedia tejida a partir del casamiento de una prostituta y el hijo de un oligarca ruso, la segunda gira en torno a una abogada que se propone defender a un narco pesado para luego transformarse en la mujer que siempre soñó ser, y la de Almodóvar se sostiene en el magistral duelo actoral de Julianne Moore y Tilda Swinton y en la necesidad de alentar la dignidad en los adioses humanos.
Los reconocimientos no terminan en esos títulos poderosamente llamativos, sino que se extienden a las coproducciones argentino/uruguayas Simón de la montaña, de Federico Luis, que se llevó el gran premio en la Semana de la Crítica de Cannes, en mayo pasado, y a Los domingos mueren más personas, dirigida por Iair Said, aplaudida en el mismo festival. Las dos tienen que ver con alternativas existenciales ásperas como la de Simón que se inventa un personaje para vivir al margen de las exigencias familiares y sociales, y en el que terminará creyendo, y como la de David en Los domingos…, que vuelve a su familia porteña sin haber podido disminuir su vacío de vida y la necesidad de cargarla de sentidos. A estos títulos hay que agregar otra decena de películas programadas, entre ellas El bello verano, de Laura Luchetti, muy elogiada en Locarno y la neozelandesa La matriarca, que Matthew Saville dirigió con Charlotte Rampling componiendo a una abuela muy singular.
Otra fortaleza del MONFIC 24 está en el importante espacio que destina a grandes temas de la realidad contemporánea. Empezando por la película uruguaya Los sueños de Pepe, que Pablo Trobo rodó a lo largo de 15 años, siguiendo una de las preocupaciones mayores que Mujica ha confesado en varias oportunidades: la del posible colapso climático y el compromiso de la vida en la Tierra a partir de la voracidad y el consumo desorbitado que la humanidad muestra.
Con ese mismo centro temático, Movie desarrolla un apartado que lo observa desde otras perspectivas. El ciclo Cápsula Ambiental une a tres documentales con la presentación de dos especialistas en el mar y su biodiversidad, Leandro Borba y Santiago Cabral, responsables de muchos testimonios audiovisuales a escala uruguaya y mundial. Ese apartado reúne a los franceses Marques y Turina con la búsqueda de propuestas sobre qué hacer en la construcción de las ciudades de mañana en Green City Life; con el reconocido director Oliver Stone que vuelve a plantear el problema de la energía nuclear en Nuclear Now, revelando realidades de la industria que se mueve en Francia, Rusia y EE.UU. A ellos se suma el documental Sentir: Uruguay libre de prejuicios, que expone cuatro testimonios sobre el sistema penitenciario uruguayo.
En tiempos donde la acumulación casi indiscriminada de películas en servicios de streaming, que pueden terminar aturdiendo la atención del más interesado, hay que apreciar esfuerzos como los de MONFIC que parten de criterios de selección rigurosa y la atención debida hacia la producción uruguaya y regional.